Ahora el ver tanto Cerati ultimamente en los diarios, revistas y medios de toda indole me recuerda una pequeña pero graciosa anecdota del verano pasado o el anterior ya no lo tengo tan claro y que lo tenia como protagonista excluyente al bueno de Gustavo. Estaba yo de vacaciones en la costa uruguaya con mi familia y tipico programa de gordo aburrido, una tarde se me ocurre salir a caminar. Como me pone un poco de malhumor eso de pasear entre las grandes multitudes al pedo, salgo por una avenida que si mal no recuerdo se llama Italia, en la que hay algunas lindas casas de diseño. Asi como sin apuro paso (como siempre) por una casa de audio que hay en una esquina, que es agente exclusivo de la marca Hartman Cardon -que ni siquiera sé si está bien escrito- en la que tienen esos equipos que siempre soñaste y nunca te animaste ni siquiera entrar a preguntar. Pero como de vacaciones uno por ahi se permite cosas que en tu barrio no lo harias, saqué pecho, me acomodé la camisa y entré. Mientra iba caminando hacia la puerta, pensando que todas las miradas estaban puestas no en mi entrada sino en mi "salida" luego de escuchar precios, veo sentada en el cordon de la vereda una chica rubia de pelo corto, llamativamente bonita: remerita o musculosa blanca, una cortita pollera de jean y podria seguir dando una infinidad de detalles, de esos que las esposas jamas entenderian ya que de por sí, los maridos por lo general no vemos nada... de lo que estamos buscando. Para no perder mi rumbo detras del bombon, y obviamente para que no se enoje mi mujer, entramos definitivamente al local. Nos regocijamos con el diseño de esos aparatos, con el sonido ambiente, el perfume del local, con los colores de avanzada y las terminaciones de los diferentes modelos de reproductores de cd, grabadores de dvd, baffles, sistemas de audio, etc etc... todo maravilloso. Como las chicas del local estaban TODAS atendiendo a un flaco de gorra y rulitos que estaba antes que yo, segui mirando sin apuro ya que para eso me alcanzaba. Sin embargo pasaron unos cuantos minutos y el flaco -medio zaparrastroso- ademas de no irse estaba ahora con la rubita de mini de jeans, la que de pie era realmente mucho mas bonita que la que vi sentada en el cordon, y acaparaba la atencion de las vendedoras, me paré detras de él con mi mejor cara de cliente potencial a ver si alguien me daba pelota, cuando en ese momento, pelliscazo mediante, una vos susurrante me decia en el oído -viste quien es? Obviamente miré a la rubiecita tratando de hacer memoria y furioso por encontrarla en mis archivos mentales de rubias bonitas respondo -ni idea, la conoces? Otro pellizcon mas me sugiere que no la tengo que mirar mas a la vez que me aclaran "-De él te estoy hablando, bol....!!" Al acatar esa orden y y mientras voy cambiando la direccion de mi mirada, alcanzo a ver con el rabillo del ojo que el flaco se da vuelta, se despide mientras agradece sonriendo, y como justificando todo el tiempo insumido dice -Muchas gracias chicas, ya incursionaré al mundo de Hartman Cardon" a la par que termina de darse vuelta, queda de frente a mi, miro para arriba, lo reconozco: es Gustavo Cerati, y veo el gesto amigable que hace un tipo bien educado con la cabeza al saludar a alguien que no tiene idea quien diablos es pero sabe que es un admirador incondicional...
Voy a confesar que estaba un poco sensible, porque hacía muy poco tiempo habia estado en el "Me veras Volver" del estadio del Chateau Carreras de mi Cordoba querida con todos los mios cantando a coro todos y cada uno de los temas, abrazado a la deshinibida adolescencia de mis chicos, y como si ellos hubieran bailado hace un cuarto de siglo todos esos clasicos que pasaron inexolrablemente a la historia grande del rock argentino.
No gasté un peso en la casa de audio, al contrario; gané muchisimo: al menos un par de meses de contar cual niño, que nos encontramos con Cerati y me saludó como si me conociera de toda la vida!!
Gracias Gustavo.
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